El Índice de Precios al Consumo (IPC) tuvo un aumento de 0,21% en relación al mes anterior. Al analizar la variación de los precios al consumo por rubros, podemos apreciar que la inflación del mes se explica en buena medida por una conjunción de factores excepcionales o puntuales, algunos que operaron al alza y otros a la baja.
El rubro con mayor incidencia positiva en la variación del IPC mensual fue, con distancia, Recreación y Cultura, producto del incremento que tuvieron los precios de los juegos de azar, los cuales no se ajustaban desde enero de 2020. La variación de estos precios no refleja ni tiene demasiada correlación con lo que ocurre con la inflación como fenómeno macroeconómico, puesto que se ajusta de manera irregular y por decisiones discrecionales del gobierno. Pero por su peso específico en la canasta del IPC, puede afectar fuertemente el dato de inflación mensual, como ocurrió en esta oportunidad.
A la inversa, tanto el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicos como Transporte, tuvieron variaciones mensuales negativas. Ambos rubros tienen un alto peso específico en la canasta de consumo de los hogares. En el caso de los productos alimenticios, lo más destacado en este mes, por su incidencia, es la rebaja en el precio de la carne. En cuanto al transporte, tuvo relevancia el ajuste a la baja del precio de la nafta que se definió a partir del 1º de octubre pasado.